Rusia ha puesto fin a una de las mayores matanzas que se recuerdan contra los animales. Se trata de la matanza de las focas en Groenlandia, que justamente ahora acaba de quedar prohibidas por Rusia. Este hecho supone un descontento por parte de los cazadores o asesinos, ya que ganaban grandes fortunas vendiendo la piel de la foca, por lo que tenían pocas semanas de trabajo para ganar dinero abundante.
Además de matarlas, lo que hacían hasta ahora era darle golpes con una estaca en la cabeza, para no dañar la piel, que es lo que más precio alcanza en el mercado. Con estos actos criminales, la nieve quedaba cada año llena de sangre. La época de la matanza suele ser en el mes de marzo. Es un mes de lo más sangriento.
Es bueno que Rusia impida que se realicen este tipo de atrocidades, que se asesinen a las focas por el aliciente únicamente de ganar dinero. Es algo lamentable que ha llegado a su fin, aunque por desgracia todavía quedan hoy en día muchas atrocidades contra los animales, que esperemos se puedan frenar a tiempo.